Uniendo la metodología Ágil con la Experiencia de Usuario
2 septiembre, 2018El riesgo de eliminar la interacción con el humano en diseño
2 septiembre, 2018El diseño centrado en el usuario es algo mágico. Su aplicación a la hora de diseñar un servicio o resolver un problema allana el camino hacia el éxito seguro en forma de producto deseable, factible y viable. Y lo digo desde la experiencia, ya que a lo largo de mi vida profesional en la que me ha tocado ser programador informático e ingeniero al cargo de proyectos de software, he tenido que lidiar con multitud de situaciones en las que esta metodología me habría ayudado mucho. ¿Cuantas líneas de código y horas de mucha gente espabilada habremos tirado a la basura por no haber estado cerca de los usuarios? No podría calcularlo con exactitud pero sé que han sido demasiadas. Demasiadas porque ahora que llevo unos años poniendo en práctica esa metodología no concibo otra manera de abordar un proyecto digital. ¿La razón? Lee esta entrada de mi blog y lo sabrás. También en formato de video.
Eso sí, como en cualquier receta de cocina solo funciona si lo aplicamos correctamente. Si queremos saltarnos pasos, cambiar los ingredientes o ir por libre, simplemente el suflé no subirá. De esta manera, ahora que tengo la suerte de dedicarme más a la estrategia de producto y a la Innovación Digital, me dedico a veces a explicar a diferentes audiencias las bondades del uso del Design Thinking.
Aprovecho así para dejaros un documento que generé en una de las sesiones en el que enumero los diferentes recursos que cualquiera debería usar, como mínimo, en la aplicación de un proceso de este tipo. Este documento de ayuda va dirigido a programadores e ingenieros, gente como yo en su día, que conocen de la existencia de la metodología y no saben bien como comenzar a aplicarla.
Para los que no estén familiarizados, el Design Thinking es un proceso iterativo que consta de tres fases, la de observación, la de exploración y la de implementación. Durante la fase de observación llevamos a cabo dos tareas clave, empatizar con el cliente de manera divergente y definir retos y propuestas de valor de manera convergente. En la fase de exploración comenzamos ideando para posteriormente prototipar y tangibilizar todo lo trabajado hasta el momento. A partir de ese momento, es tarea de evaluar mediante el testeo constante de lo que se genera para poder llevarlo hacia delante y hacerlo realidad en forma de Mínimo Producto Viable. Todo ello de la mano del usuario al que acompañaremos y mimaremos en todo momento para poder entender bien lo que necesita para crear algo que se ajuste a ello.
En este esquema os dejo un camino lógico para su aplicación.
Para poder abarcar este reto, es precio llevar a cabo una fase previa de contextualización con el objetivo de delimitar el contexto de trabajo de base, explorar lo desconocido, confrontar lo conocido y definir alcance y objetivo del proceso global. Para ello es vital ser honestos, ser comedidos y ser realistas. En esta fase es recomendable generar lo siguiente:
Análisis DAFO (Debilidades – Amenazas – Fortalezas – Oportunidades)
Análisis de la Industria y el mercado
Una presentación a modo de borrador de la idea (Brief Design)
Una vez comenzamos a empatizar, nuestro objetivo es la observación del contexto, la observación de los usuarios y la recopilación de cuanta más información mejor a partir de visitas y entrevistas. Debemos entonces ser muy cautos a la hora de saber con quien hablar, de saber cómo generar empatía y de saber cómo recoger historias. Lo valioso a generar en esta subfase es:
Documento de caracterización de “personas”
Mapas de empatía
Mapas de experiencia o Customer journeys
Registro elaborado de evidencias recogidas durante el trabajo de campo
En esta subfase podemos ayudarnos de documentación que nos permitirá aplicar métodos claros para las entrevistas y otras herramientas como el “Qué, cómo y por qué”
Una vez entramos a definir nuestro objetivo es la definición de un problema concreto, la identificación de retos y necesidades asociadas al problema y, sobre todo, validar lo aprendido. Es importante aquí saber dar sentido a los datos, identificar patrones, tendencias y otros aspectos ocultos a simple vista para poder acabar definiendo oportunidades simples. Nos interesa generar y usar aquí:
Mapas de oportunidad
Mapas de escenario
Herramientas del tipo “Point of view”
Value propositio canvas
Método de saturar y agrupar
Método de lectura crítica
Cuando pasamos a la fase de exploración, lo primero que debemos hacer es idear para promover la generación de ideas y sus casos de negocio asociados, siempre sabiendo crear soluciones a las oportunidades identificadas anteriormente. En esta subfase usaremos:
Canvas para los casos de negocio
Dibujos y esbozos de las ideas que se nos van ocurriendo
Storyboards para definir bien los flujos y procesos
Wireframes para comenzar a ligar los flujos entre las herramientas que se nos ocurran como solución
Métodos de brainstorming cómo la selección
Métodos de brainwriting cómo SCAMPER o MindMaps
1 Comment
excelente propuesta para la creatividad e innovación a partir de las necesidad