El postureo, una pelea perdida para la innovación digital
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27 agosto, 2018¿Están las Utilities tal como las conocemos hoy condenadas a extinguirse? Pues la verdad es que viendo el panorama no sabría que decir para ser políticamente correcto.
Lo que se es que hay: miles de startups y empresas de tecnología ávidas de asaltar la Industria de las Utilities, poco tiempo para reaccionar, gente que quiere generarse su propia energía y sus propios recursos, consumidores que quieren decidir en base a los valores de la marca, el fin del capitalismo cerca y la llegada del procomún colaborativo, tecnología y robots que pueden mejorar fácilmente nuestros procesos, falta de creatividad en nuestras organizaciones y prejuicios, muchos prejuicios cognitivos que no nos permiten salir de la zona de confort.
Os dejo este video en el que durante 10 escasos minutos os planteo a que nos enfrentamos y que pasará si no hacemos nada para remediarlo. ¿El remedio? Te invito a que pasees por mi web y te empapes de transformación, agilidad, design thinking y generación de productos innovadores. Aquí te espero…
TRANSCRIPCIÓN DEL VIDEO
Grabo este video con el deseo de aburrirlos. Lo hago con la sana intención de explicarles cosas que todos ustedes deberían tener ya bien interiorizadas. Porque solo así sabré que como Industria estamos haciendo lo correcto para adaptarnos a lo que he denominado el nuevo orden digital mundial. Si no es así, gracias por su atención de antemano y perdón por si puedo parecer alarmista o pesimista. Aunque ya saben, un pesimista es un realista bien informado.
Entonces, para conseguir mi objetivo me voy a detener en dos puntos esenciales: explicar que es esto del nuevo orden digital mundial y porque podemos morir si no nos transformamos como Industria.
El nuevo orden digital mundial
Solo hay un pasado. Solo hay un presente. Pero todos estamos de acuerdo en que hay múltiples futuros posibles. Hoy en día todos estamos pendientes de las predicciones de los más visionarios para poder prepararnos. Todos estamos intentando ver en nuestra bola de cristal.
Y tenemos predicciones para todos los gustos desde las más optimistas que confían ciegamente en el avance tecnológico cómo único salvavidas de la humanidad, hasta los más derrotistas que vaticinan tensiones derivadas de la superpoblación, la hambruna, el cambio climático o programas cada vez más malos en televisión.
Compañías como la petrolera holandesa Shell saben muy la importancia de mirar al futuro. Desde hace casi 50 años estos señores están generando escenarios a futuro que les ayudan a tomar decisiones críticas en tiempo de incertidumbre y abordar problemas relacionados con la Energía y el Medio Ambiente. Este ejercicio no tan solo les ha permitido anticiparse al crack del Petroleo, la caída del comunismo o la crisis del 2008, sino que les ha marcado un futuro por el que luchar.
¿Son los señores de la Shell unos paranoicos? No lo creo. Más cuando gente tan lista como Steve Jobs pensaba a pies juntillas que es crucial el cuestionarse los pilares del éxito de hoy y prepararse mentalmente para el declive de tu compañía, aunque ahora creas que lo estás haciendo fantásticamente bien. ¿Se acuerdan de él? Es el mismo que dijo un día Stay hungry, stay foolish…
El nuevo orden digital mundial. Podemos llamarlo como queramos. Yo personalmente me quedo con el concepto de Tercera Revolución Industrial de Jeremy Rifkin. Para este sociólogo americano que asesora a los principales líderes mundiales, estas revoluciones disruptivas se han basado en tres drivers principales: en la convergencia de cambios radicales en las comunicaciones, el transporte y la Energía. Vivimos pues en la última de las revoluciones donde están convergiendo la hiperconectividad fruto del Internet de las Cosas, los coches eléctricos tanto por batería como por pila de hidrogeno y las energías renovables.
El cambio de paradigma al que se están enfrentando pues las Utilities y la sociedad en general es considerable. Y eso está impactando brutalmente en conceptos básicos que todos creíamos más o menos aprendidos. Os voy a mencionar 5, tan solo como ejemplo.
Cambios en el concepto de tiempo
El necesario para decodificar el genoma humano. La velocidad de generación de datos brutos. La velocidad de los procesadores. El crecimiento de la economía mundial. La capacidad de almacenamiento de datos. ¿Qué tienen en común todos estos hechos? Su carácter exponencial. Hoy las cosas van más rápido. Tanto que no las vemos venir. El carácter explosivo de la exponencialidad derivada de una innovación tecnológica o social hace aumentar la incertidumbre sobre el futuro. Y la inmediatez a la que nos estamos acostumbrando como sociedad tampoco ayuda, la verdad. Se lo digo yo que tengo un hijo adolescente. Todo es ya. No hay espera posible…
Cambios en el concepto de valor
Los consumidores se relacionan y compran cada vez más teniendo en cuenta sus valores, trasladándolos a las compañías. Es la llamada economía del propósito. Una parte cada vez mayor de la sociedad demanda un compromiso de la marca alineado con sus valores, más que el valor tangible del producto o servicio que compran. Eso hace realmente complicado crear un valor duradero para el cliente que la compañía pueda capturar. Ya no vale con hacer productos con calidad. Debemos comprometernos más.
Cambios en el concepto de beneficio
Jeremy Rifkin habla abiertamente del fin del capitalismo. De un momento en que el coste marginal de producir será casi cero. De una sociedad que colaborará, el procomún colaborativo, antes que comprar. Será el momento entonces en que nuestra idea actual de beneficio tan cercana a las ganancias económicas dejen paso al beneficio ambiental y social.
Cambios en el concepto de complejidad
Las cosas que antes eran difíciles de realizar o replicar ahora son cada vez más sencillas. La tecnología a nuestro alcance hace posible cosas hasta hace poco inimaginables. Como traducir toda la Wikipedia a otro idioma, casi sin equivocarse, en menos de lo que pestañeamos. El concepto de complejidad ha cambiado para todos. Y eso para un teekie como yo da mucho miedo. Porque, reconozcámoslo todos, vivimos en una burbuja de expectativas. La gente habla de muchas cosas que no comprende tan solo por apuntarse al carro de la modernidad tecnológica.
Cambios en el concepto de experiencia
Quizás este es el concepto que más ha cambiado en los últimos años. Ahora ya no diseñamos productos ni servicios. Diseñamos experiencias. El uso de metodologías centradas en el usuario y su conexión con el paradigma ágil han revolucionado la manera como hemos planteado nuestros proyectos. Que levante la mano quien no está buscando como loco empresas de User Experience o diseño estratégico que comprar o profesionales que incorporar.
La pregunta entonces es:
¿Están las Utilities preparadas para este cambio en las reglas del juego?
En mi modesta opinión, lo dudo. Y trabajo en una de ellas. Cuando pienso en esto me viene a la mente Jurassic Park. Somos diplodocus en un mundo de velociraptors.
¿Por qué digo esto? Porque existen diversos factores externos e internos a nuestra Industria que me hacen pensarlo. Os comento algunos.
La competencia
¿Saben cuantas startups han surgido alrededor de la Banca? Más de 10.000. En las Utilities por ahora 2000. Nunca antes tanta gente se había tirado a la piscina del emprendimiento y la innovación. Cualquiera con una idea disruptiva puede quitarnos parte del pastel. Vale que muchos no lo consiguen, pero los que lo hacen acaban petándola. Tengamos en cuenta igualmente que los que invierten en estas startups son bancos que están intentando transformarse o inversores con mucho dinero ávidos de encontrar el nuevo unicornio. Cuidado con los bancos, las nuevas compañías tecnológicas del futuro…
La individualidad y las ansias de autosuficiencia
¿Conocen el concepto de self-suficiency? ¿O de shared economy? Seguro que si. En este mundo cada vez más globalizado existe una tendencia clara hacia el hacérselo uno mismo, a no depender de las grandes corporaciones que nos controlan y nos chupan la sangre. La gente quiere poder decidir en un mundo cada vez más globalizado y para ello no dudan en acudir a las renovables o a la impresión 3D.
La transparencia
¿Alguno de los presentes no está harto ya de escuchar la palabra Blockchain? El nuevo internet del valor le llaman. Y la verdad es que un concepto muy atractivo. Pero entendámonos. Lo que lo hace realmente atractivo es que es inhackeable, que es inmutable y que es distribuido. Es confianza distribuida. Para los consumidores ávidos de colaboración es tener que dejar de confiar obligatoriamente en gente opaca. Antes la información la manejaban unos cuantos. Ahora la información fluye libremente y nos hace poderosos como clientes. Pese a que son muchos ya los que intentan controlarlo, las famosas burbujas informativas, o directamente mentirnos.
La creatividad.
En 1990 la NASA hizo un experimento entre 1600 niños de diferentes edades para buscar a los genios creativos que fueran sus ingenieros del futuro. Les hicieron 10 preguntas adecuadas a su edad y si las acertaban todas, los consideraban genios. 3-5 98% 8-10 32% 13-15 10% Más de 16 2%. Los resultados fueron demoledores. Los adultos son menos creativos y necesitan más herramientas que los niños. Y hoy en día la cosa no ha mejorado en absoluto. En mi opinión falta creatividad y pensamiento divergente para innovar en las Utilities. Bueno, en casi todo el mundo.
La tradición
Este para mi es el factor clave. El ser humano tiene muchos prejuicios cognitivos que nos predisponen a la inacción. Sabemos que es difícil salir de la zona de confort. Todos reconocemos frases del estilo “Nuestra industria es diferente...”, “así es como funciona el negocio...” o “nuestros clientes no aceptarían cualquier cosa...”. O la aversión al riesgo: Es preferible bajar un riesgo pequeño a 0 que rebajar ostensiblemente un riesgo mucho mayor aunque se gane más. O los costes hundidos: Es más fácil parar un proyecto de innovación de 50k que uno cualquiera de 3M. O el efecto de la validación por frecuencia: Cuantas mas veces escuches un hecho (aunque sea mentira) mas predispuesto a darle validez.
En este punto nos encontramos con el síndrome del fumador gordo. Lo entenderán muy rápido. El middle management de nuestras Utilities quiere cosas a corto, estrategias a corto-plazo lo que es una incongruencia en si mismo. A corto plazo no puede ser estrategia sino táctica. Quieren estrategia, pero quieren resultados a corto. Es como el fumador que Sabe que tiene que dejarlo y sabe cómo hacerlo. Pero no tiene la determinación para hacerlo. El placer del siguiente cigarro es demasiado fuerte y siempre pospone el dejarlo más adelante. Hasta que ya es demasiado tarde y el daño ya es irreparable. Para el middle management en ese punto ya no valen curas milagrosas en forma de tecnología o consultores con fantásticos Power Points.
Hay gente ahí fuera muy creativa que está montando empresas ágiles y potentes. Gente que está invirtiendo en innovación de modelos de negocio y no en innovación de proceso o producto. Las grandes corporaciones invierten el 90% de su presupuesto en innovación en producto o proceso y el resto en modelos. Están muchas enfrascadas en alicatarse con RPA (Robotic Process Automation). Eso servirá para extender el valor y la ventaja competitiva unos pocos años. Pero las nuevas compañías, creadas normalmente por teekies y diseñadores, saben que ese no es el camino. Ellas son las que juegan con cosas como el Thick Data, un concepto que les recomiendo si se están dejando la pasta en Big Data. Ellas serán las que nos encontraremos a 5 o 10 años con propuestas de valor disruptivas cercanas al consumidor digital y totalmente orientadas al nuevo orden digital mundial.
Resumiendo. Miles de startups y empresas de tecnología ávidas de asaltar la Industria de las Utilities. Poco tiempo. Gente que quiere generarse su propia energía, sus propios recursos. Consumidores que quieren decidir en base a los valores de la marca. El fin del capitalismo y la llegada del procomún colaborativo. Tecnología y robots que pueden mejorar fácilmente nuestros procesos. Falta de creatividad en nuestras organizaciones. Y prejuicios, muchos prejuicios cognitivos y miedo a salir de la zona de confort.
Todo lo que he explicado puede ser fácilmente percibido como amenazas. A mí me gusta verlo como oportunidades. Es por ello que en mi compañía me dejan jugar con inteligencias artificiales, drones, sensores, operarios, clientes… Y me dejan romper las reglas para poder ver más allá.
Los retos que tenemos delante como Industria son mayúsculos: escasez de recursos, guerras del agua… Seamos pues paranoicos y comencemos desde ahora a cambiar el futuro.
Gracias por su atención